Cuando Lance Armstrong corrió su primer maratón en Nueva York en 2006, el asombro del mundo del running se debía a varias razones: terminó en 2:59:36, una marca muy respetable para no haber entrenado demasiado; pero además se sabe que durante la carrera tomó nada menos que 15 bolsitas de gel con sabor a chocolate. ¿Una comilona? Sí. ¿Sorprendido?
No deberías estarlo. Muchos corredores no saben cuánta energía necesitan para una carrera larga, ya sea entrenando o compitiendo. Algunos comen demasiado, otros demasiado poco. En ambos casos existe un peligro potencial, por lo que contar con un plan de nutrición acorde a nuestras necesidades puede marcar la diferencia entre terminar la carrera encontrándote bien o no terminarla. “Lo que necesitamos al correr son hidratos de carbono” dice la experta en nutrición deportiva Deborah Shulman de Bellvue, Colorado. Los carbohidratos son una buena fuente de glucosa, que es el tipo de azúcar que consumen nuestro cerebro, nuestros nervios y nuestros músculos para funcionar. Una pequeña cantidad de glucosa circula por la sangre, pero la mayoría se almacena en nuestros músculos y se filtra por el hígado como glucógeno
viernes, 21 de mayo de 2010
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